La novela que me despertó fue “Matar a un ruiseñor” cuando tenía catorce años. Atticus, el hombre dispuesto a perder por una buena causa se convirtió en mi héroe. Otros ruiseñores han venido y se han ido, también un cuervo, algún hombre ratón, un cuchillo, un cuchillito que apenas cabe en la mano, y algunos monstruos me siguen despertando. Y “El jilguero” ha sido la novela que me ha animado a compartir mis reflexiones. Siguiendo con el imaginario de las aves, el búho solo pretende compartir lo que lee, ya sea novela contemporánea, juvenil, ensayo, dramaturgia o poesía. Solo hablar con honestidad de lo que nos despierta (o no) de la literatura. Con un poco de suerte algunos otros búhos, jilgueros, y ruiseñores encontraran una opción interesante para su próxima lectura.